jueves, 10 de mayo de 2012

¿Ilustradores que se auto-limitan?


Hola de nuevo! Es un placer estar escribiendo por aquí otra vez, no lo había hecho debido al cierre de un proyecto que consumía prácticamente todo el tiempo y recursos humanos del estudio.

Pero ya estoy aquí, esta vez dirigiéndome a los ilustradores más jóvenes o a los que aspiran a dedicarse a esta profesión tan llena de obstáculos pero a la vez tan satisfactoria.

A lo largo de mi carrera y de mi vida profesional, he conocido a muchos ilustradores, en persona y a través de medios como el internet. Todos ellos con características y estilos distintos, algunos con fama y renombre y otros sin tanta fama ni renombre pero igualmente talentosos, el talento está relacionado con el reconocimiento, pero no siempre con el éxito económico.

De entre los ilustradores y dibujantes que conozco hay muchos que aun están en un período de indecisión y de duda, pues aun no saben de qué va con toda certeza esta profesión.

Pues bien, la ilustración es una profesión que ofrece muchas posibilidades para el que tenga la valentía y los medios de elegirla, pero... Qué se necesita para poder desenvolverse en este medio con éxito? Cuál es el perfil que debe cubrir un ilustrador promedio? Hay literatura mucho más profunda que se encarga de analizar la respuesta a estas preguntas mejor de lo que yo podría hacerlo en toda mi vida, pero puedo nombrar aquí algunas de las cosas que considero ayudarían a prácticamente cualquier ilustrador, sin importar si se trata de un neófito o alguien de gran e ilustre trayectoria.

He notado que muchos colegas se autolimitan, ¿A qué me refiero con esto? Hay límites que nos pone la sociedad o la economía que nos hayan tocado como escenario, no me refiero a esos límites, sino a los que uno mismo se impone.

No pretendo tener la autoridad para decirles qué estilo manejar o qué técnicas dominar, mucho menos meterme con algo tan personal como los gustos de cada quién; solo quiero reiterar que hay ciertas cosas que impiden que desarrollemos nuestro potencial como dibujantes y artistas y que uno mismo trae consigo.

Muchos de los ilustradores o dibujantes optan por definir un estilo, pulirlo y perfeccionarlo para ser identificados y reconocidos por el mismo, como una huella digital; y si bien cada uno tiene ciertos patrones en el manejo de los materiales, las técnicas o el manejo de las formas, es de suma importancia conocer, adentrarse y hasta cierto punto dominar ciertos cánones, los cuales, he notado, son ignorados por muchos ilustradores, confiando solamente en su "intuición".

Si queremos ser reconocidos como una profesión legítima y en forma, debemos tomarla en serio primero nosotros mismos. Y como profesión, hay una serie de reglas, temas, materias, técnicas y requisitos que debemos cubrir, si deseamos que la gente nos trate como profesionales de la ilustración y ello solo se logra con estudio y esfuerzo sistematizado, donde no es válido esconderse detrás del "subjetivismo del arte".

Como dije, no pretendo cubrir un tema tan extenso como el de la preparación académica de un ilustrador, para eso están las escuelas, bibliotecas y universidades, lo que sí puedo hacer es darles algunos consejos que desde mi punto de vista personal, los ayudarán a desarrollar algunas de las habilidades que se necesitan para mejorar su trabajo (a mí me han ayudado).


1. No ignorar la anatomía humana. Esto es muy importante, la anatomía humana está sujeta a ciertos cánones, proporciones que tenemos que conocer, esto es básico. Libros y clases de dibujo de figura humana son muy útiles.


2. No limitarse a un estilo. Esencial para moverse con más "agilidad" en el medio. He notado que muchos dibujan solo "estilo manga", por citar un ejemplo. No digo que esté mal, solo afirmo que eso es otra forma de autolimitarse. Exploren y conozcan otros estilos de dibujo, aunque al final opten por el estilo "manga", esto les ayudará mucho a manejarlo mejor y enriquecerlo.


3. Leer. Importantísimo para cualquier profesión. No solo nos ayudará a crear personajes más interesantes y complejos en el caso de los que sean aficionados a crear historias, sino que hará nuestro panorama más amplio y nos permitirá ampliar nuestra cultura, nuestro vocabulario y conocimiento. Un ilustrador que no lee estará siempre incompleto.


4. Introspección. No es casualidad que muchos ilustradores seamos un poco antisociales. El estar solos con nuestros pensamientos nos da la oportunidad de buscar la tan ansiada inspiración. Por lo menos yo no he conocido muchos ilustradores buenos que sean "el alma de la fiesta".


5. Viajar. Si claro, pensarán ustedes, con tantos recursos con los que contamos. Pero viajar no necesariamente significa recorrer lugares exóticos del mundo, se trata de que al salir de paseo a cualquier lado, se sepa observar, la observación es fundamental para nutrir la imaginación.


6. Desarrollar el lado izquierdo del cerebro. Si, el izquierdo, sé que el derecho es el que a los artistas nos gusta glorificar, el caso es que muchos desprecian casi dogmáticamente el lóbulo izquierdo, encargado (en general) de la lógica, las matemáticas y el lenguaje. Como profesionales, necesitamos sustentar nuestro trabajo por medio de estos elementos. Una preparación científica hará más amplia nuestra comprensión del mundo, sus leyes y por lo tanto, de los elementos, técnicas y cánones que debemos conocer para llevar a cabo un trabajo más rico y completo.


7. Ser críticos. (Y estar abiertos a las críticas) Todos podemos mejorar, sin importar que tan buenos seamos.  Para ello hay que hacer una auto-crítica consiente de nuestro trabajo, en todos sus procesos. Debemos aceptar las críticas, aunque no estemos de acuerdo con ellas (hay críticas objetivas y otras no tanto) debemos escucharlas todas, ello solo nos ayudará a crecer como profesionales.


8. Ser multidisciplinarios. Es más sencillo ser pleno cuando se sabe que los procesos que definen nuestra vida están todos conectados de alguna forma, en una red intrincada de sucesos y acciones relacionados entre sí; es imposible tenerlas todas en cuenta a un tiempo, pero hay que ser conscientes de que somos parte de un todo y que no todo es vivir para ver películas, dibujar, jugar videojuegos  o leer comics o mangas. Hay muchas actividades allá afuera que nos están esperando y formar parte de ellas servirá para enriquecernos como personas y, por lo tanto, como profesionales.


9. Ser versátil. El último consejo que se me ocurre y uno de los más importantes. Entre más técnicas y géneros domine uno o por lo menos tenga cierto control o conocimientos acerca de ellos, más posibilidades habrá no solo de conseguir trabajo, sino de hacer que los limites retrocedan y nuestro campo de acción sea más amplio y nuestro control sobre él sea más vasto.


Por último quisiera cerrar con una frase de Kant acerca del movimiento de la ilustración, que si bien en este caso se aplica a un período histórico, también es válido para nuestra ocupación:

"La Ilustración significa el movimiento del hombre al salir de una puerilidad mental de la que él mismo es culpable. Puerilidad es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puerilidad es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude es, por consiguiente, el lema de la Ilustración."


Saludos a todos y sigan dibujando. Felicidades a todas las mamás!


M.

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