martes, 22 de mayo de 2012

Ghibli vs. Disney




Qué tal! Espero la estén pasando excelente en la oficina, casa, congal o donde quiera que estén.  Esta será una entrada muy personal y subjetiva. Una verdadera lucha de Titanes: nada más y nada menos que dos de los estudios de animación más influyentes de la historia. Sé que estos dos grandes estudios tienen seguidores recalcitrantes y estoy seguro de que muchos no estarán de acuerdo conmigo en algunos puntos, pero vamos, es irresistible hacer una comparación.

Por ahora, pondremos a Pixar Studios fuera de la ecuación. Pixar le dió a Disney un nuevo brío cuando el estudio entró en una crisis creativa, dotándolo de personajes inolvidables, carismáticos y más congruentes con los nuevos tiempos. Lo dejamos fuera por el simple hecho de que si lo tomáramos en cuenta, tendríamos que considerar también todas las producciones de Disney Channel y ahí perdería los puntos que le diera Pixar.



Revisaremos y pondremos frente a frente a dos titanes de la animación en 6 rubros distintos.


1. Héroes y heroínas. Seamos honestos: Disney repitió durante muchos años la fórmula de la "doncella en peligro" y si bien en los últimos años ha transformado a sus heroínas en chicas más independientes y decididas, siempre vivirá el recuerdo de los príncipes salvando a sus princesas de dragones, madrastras malvadas y brujas siniestras. Es una característica de los héroes de Disney el ser buenos hasta llegar a la ingenuidad, lo cual los hace caer fácilmente en la trampa de los villanos (intelectualmente superiores). En Ghibli no pasa lo mismo: Los héroes y heroínas muchas veces no son tal, el universo de Ghibli tiene muchos más matices. No hay "buenos-buenos" ni "malos-malos", todos tienen una motivación que logramos entender y que consiguen justificar cada quien a su manera, de tal suerte que cada personaje cree estar actuando correctamente.

Las princesas de Disney  tienen una larga tradición de mujeres explotadas y reprimidas, pero en lugar de lograr su emancipación por sus propios medios, han de recurrir con frecuencia a la mano salvadora de un hombre (Cenicienta, Aurora, Blancanieves), deben de renunciar a su identidad y/o familia con tal de estar con el hombre que aman (Ariel ) o bien su importancia se reduce a su casabilidad (Jazmín). Hay honrosas excepciones como Mulan, Bella o las más recientes Tiana y Rapunzel, pero... ¿Cuántos años tuvieron que pasar para que Disney le diera otro enfoque a sus féminas?

Ghibli, por otro lado, ha tenido heroínas si bien vulnerables, más decididas e independientes, recordemos a Kiki, la brujita que consiguió su primer trabajo como repartidora a los 13 años, a San, la niña adoptada y criada por lobos que protege a su familia y al bosque de la depredación industrial encabezada por lady Eboshi, a Chihiro, la preadolescente que se ve forzada a madurar y transformase a sí misma ante las circunstancias adversas, a las pequeñas Tsatsuki y Mei, las niñas curiosas que descubren un amigo mágico en el bosque.  Todas ellas reciben ayuda de alguien, pero a final de cuentas, son dueñas de su vida y logran salir avantes por sus propios medios.


Podría seguir un rato citando ejemplos, pero creo que ha quedado claro, en este rubro, Giblhi saca ventaja a Disney sin duda.


2. Villanos. Como lo mencioné al principio, en el universo de Ghibli la idea de "buenos contra malos" es secundaria, es más bien un choque de intereses, no existen amenazas diabólicas absolutas en sus historias, con la posible excepción de Lord Cob de "Cuentos de Terramar" (el cual, conviene aclarar, no fue dirigido por Hayao Miyazaki sino por su hijo Goro, con un resultado irregular dado las grandes cotas de calidad del estudio). Así que el concepto "villano" queda un poco al aire en las película de Ghibli.

Disney, por otro lado, es mucho más contrastante: aquí si hay malos malísimos y puedo decir sin temor a equivocarme que el estudio del Ratón nos ha obsequiado con muchos de los villanos más carismáticos y memorables de la historia de la animación, e incluso me atrevería a decir que del cine.

¿Quién no recuerda a la psicótica Cruella De Vil, a la poderosa Maléfica (mi favorita), a la astuta Úrsula, al filicida y tiránico Scar, a la celosa Reina de Blancanieves o a la divertidísima Madam Mím?
Pienso que no hace falta ahondar mucho en el tema: los villanos en Disney son los que le dan sabor a la historia, son el gatillo que dispara toda la acción y muchas veces me he sorprendido a mí mismo (desde niño) deseando que lograran su objetivo. Punto para Disney.



3. Música. Si bien la música de Ghibli (a cargo de Joe Hisaishi) es muy evocadora y mágica (el tema de Arriety interpretado por Cecile Corbel es una obra de arte), tengo que darle el punto a Disney, pues su canciones y música son legendarios desde siempre. ¿Quién carajos no cantó Hakuna Matata o no se conmovió con el tema de la Bella Durmiente? A mi en lo personal me daban ganas de bailar con el tema del Genio en Aladdín, ¿o qué tal cuando Sebastián trata de convencer al tarado príncipe Eric de que bese a la chica con aquella romántica canción? sin olvidar el tema de La Bella y la Bestia teniendo como escenario aquel castillo embrujado.

Los temas de Disney son pegajosos y mágicos, nunca descuidados por sus creadores. Punto para Disney.


4. Aspecto técnico. Quisiera dejar clara una cosa: de poco sirve la técnica empleada si no se usa para contar una buena historia. Teniendo esto en cuenta (que los aspectos técnicos de una película deben servir para contar mejor un relato) poco importa si son dibujos tradicionales o avanzadas técnicas computarizadas. Si bien en ambos estudios la regla se cumple, debo admitir que Disney es pionero en este rubro y se ve que invierte bien su dinero cuando se trata de lograr gran calidad técnica. Con reservas le doy el punto a Disney.



5. Aspecto artístico. Este otro punto es un poco más fácil de considerar. No voy a escribir un tratado definiendo al arte (a pesar de que recuerdo muy bien muchos de los temas de mi examen extraordinario de estética), pero si voy a decir que para apreciar el arte no basta con el mero placer estético, sino que implica también un esfuerzo intelectual, un objetivismo y un razonamiento, aunque sea mínimo. Los productos de Disney si bien están dotados de gran calidad, debemos admitir que son para consumo de las grandes masas, por lo que son más digeribles y sus tramas más facilonas; Ghibli en cambio deslumbra en su arte y siempre le pide un poco más de esfuerzo y atención al espectador, el cual, si se deja llevar, recibirá a cambio un gran deleite no solo para sus sentidos, sino para su mente. Es por eso que este tanto se lo voy a dar a Ghibli.




6. Originalidad. En este aspecto creo que habrá poco sobre lo que discutir. Ya no sobaremos el tema de la formula de la princesa en peligro y final feliz de Disney. Los temas que aborda Ghibli y las situaciones a las que somete a sus personajes siempre nos sorprenden, nunca una historia es igual a la anterior. Sus historias son más humanas, pero al mismo tiempo más fantásticas, la imaginación de sus creadores está menos sometida a preceptos morales conservadores y nos transporta a mundos maravillosos e insospechados, casi siempre en contacto con la naturaleza y con la magia primordial de la tierra. Ghibli se anota otro tanto.


Pues bien, recuerden que esta es mi opinión personal, mi veredicto es que si bien Disney ha marcado la infancia de muchos de nosotros y seguimos disfrutando aun como adultos de sus películas, Ghibli ha alcanzado una madurez y una humanidad mucho más completa e integral. Mu hubiera gustado mucho conocer las animaciones de Hayao Miyazaki y sus colaboradores siendo más pequeño, lamentablemente las vi ya cuando era menos impresionable.

Por fortuna, mi sobrina tiene 7 años, está de más decir que le encantan las princesas de Dinsey, así que decidí probar suerte y un día le puse la película de "Mi vecino Totoro"... y le encantó.



Saludos! Sigan dibujando!

M.

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