lunes, 23 de abril de 2012

Mi anime favorito


Quién no disfruta de un buen anime? Hay para todos los gustos y para todas las edades, de prácticamente todos los temas y una gran variedad de géneros.

El anime se ha convertido en culto en muchos lugares del mundo y , debemos reconocerlo, algunas de las obras alcanzan el nivel de obras de arte.

Hay muchos animes que me gustan, desde los legendarios como Dragon Ball o Saint Seiya, hasta los grandes ejercicios de estilo como Cowboy Beebop, me leí Death Note (me gusta más el manga que el anime que hicieron) y un amigo me prestó el manga de Akira (el anime es un clásico) y me declaro fan absoluto de Hayao Miyazaki y su estudio Ghibli. En fin, si bien hay muchas series que me encantan, hoy voy a hablarles de una que es de mis consentidas y el porqué.



Sin lugar a dudas, muchos al ver el thumbnail de esta entrada habrán adivinado a qué anime me refiero. Así es, hoy les voy a hablar de porqué considero que Tengen Toppa Gurren Lagann es un gran anime, en muchos aspectos.

Tengen Toppa Gurren Lagann (TTGL en adelante) es un anime de 27 episodios hecho por Hiroyuki Imaishi para el estudio Gainax (los mismos que hicieron Evangelion), que data del año 2007 . Ya un amigo me lo había recomendado ampliamente, así que fui a los puestos de películas de metro Zapata y la compré.

Desde el primer capítulo fue difícil para mí separarme del televisor (en ese entonces andaba yo de novio con mi ahora esposa), recuerdo que llegaba de alguna cita en la noche o bien cuando terminaba mi jornada de trabajo y me acostaba cómodamente en mi cama a ver un capítulo, aunque a veces me dejaba tan clavado el asunto que veía dos o tres más, creo que me tardé en verla completa aproximadamente una semana.

Porqué la serie me pareció tan buena? Simple!



1. Su duración. Este no es un anime de más de 600 capítulos; sin duda en su momento las series largas me atraparon, pero en este momento de mi vida, me agrada mucho que una serie te atrape desde el primer capítulo y que a partir del seis simplemente no puedas dejar de verla. Este anime tiene un principio, un desarrollo y un final muy bien planeados. Se ve que desde que se pusieron a dibujar el primer capítulo ya tenían en mente perfectamente definido el final: todo encaja perfectamente y tiene una continuidad trepidante.

2. Su filosofía. Nunca te des por vencido, siempre se puede ofrecer una última batalla digna. Siempre mira adelante y si caes, no te preocupes "No confíes en el mí que confía en el ti, confía en el tú que confía en tí".

3. Su estilo. Este es un anime con un estilo muy peculiar, que  si bien a veces parece "descuidado" es manejado de una manera tal que lo que en una serie con un ritmo diferente hubiera sido un tremendo fail, en esta se convierte en acción pura y dura.

4. Su humor. El sentido del humor, en mi opinión, está muy subvalorado hoy en día, esta serie tiene la particularidad de que, si bien tiene drama y acción, nunca descuida el humor, el cual tiene un excelente ritmo y no llega a sentirse forzado en ningún momento.

5. La Evolución. Este es el punto que en definitiva me hizo amar la serie: enfoca la evolución de una forma muy, muy original, aquí la tendencia de la vida misma a cambiar y a superarse a sí misma es llamada "Energía espiral". Se nos presenta la evolución como una fuerza incontenible de la naturaleza, que rompe barreras, nunca es estática, siempre busca (y encuentra) la forma de atravesar los límites que se le imponen. Así, nuestros protagonistas empiezan viviendo bajo tierra en una especie de tribu dirigida por un jefe represor... y terminan peleando por el destino del universo en mechas gigantes (si, ya sé que narrado de esta forma suena ridículo, pero ya que lo ves en la serie, de alguna manera le encuentras sentido a todo).

6. La música. Rap combinado con opera? De nuevo suena estúpido cuando lo digo aquí, pero ya que lo escuchas te suena épico. La música cumple y se integra perfectamente con las escenas y carácter de la serie. ROW ROW FIGHT THE POWER!

7. Fanservice. Claro, no podía faltar!



8. Personajes. La clave de toda historia. Simon es un niño con un gran potencial, pero muy tímido e inseguro, el verdadero protagonista de la odisea. Kamina es su "hermano mayor" él juega el papel de detonante de toda la aventura, indomable y temerario, se enfrentará a un destino inesperado (yo, por lo menos, no me lo esperaba). Yoko es la chica sensible y de buen corazón que se protege detrás de su imagen de mujer fatal. El panteón de personajes secundarios y terciarios es entrañable y si bien Simon, Kittan y Kamina tienen un papel preponderante, mi favorito, por la evolución que muestra a lo largo de toda la serie, es Viral.

9. El ciclo de la vida. Otra cosa que me agradó mucho de la serie es que siempre se pone énfasis en sacar adelante a la vida. Si bien hay sacrificios épicos y los caídos sirven de inspiración a las nuevas generaciones para seguir adelante, jamás se les dará más importancia que a los que vienen, cosa que me parece fabulosa, siempre he considerado un símbolo de decadencia el que a la gente le importe más venerar estatuas y mausoleos que el futuro de sus propios hijos.

10. Su final. Gracias Gainax por darle a tus historias un final. Y es que como todo en la vida, el final es necesario, de lo contrario, se entrará en la decadencia y se estorbará a las nuevas generaciones. Una realidad que hay que entender y no tenerle miedo, sino considerarla como el fin de un ciclo. Trágico y alegre al mismo tiempo.

Y bien, no me queda más que recomendarles que consigan este anime y lo vean, les aseguro que no arrepentirán. Sólo un consejo: vean la serie original, ya que la mala costumbre de Gainax de "rebootear" los llevó a hacer dos películas que engloban la misma historia y si bien en aspectos técnicos se ve mejor, carece del espíritu de la original.



Saludos y gracias por leerme! Ojalá les haya gustado. Seguiremos publicando entradas referentes a entretenimiento seguido.

Les dejo el link de mi Deviantart: http://moutsider.deviantart.com/

Y el del comic del estudio: http://estudiogam.com/nahualo/#/0

Sigan dibujando! Nos vemos en la siguiente entrada!

M.

miércoles, 18 de abril de 2012

La maestra que me hizo ilustrador


Sé que el título parece el de una peli porno de cuarta calidad, pero les aseguro que la tirada es completamente diferente.

Es indudable que hay muchísimos factores que han influenciado nuestra elección de carrera o profesión, desde las económicas y sociales hasta las más íntimas y personales. Hoy hablaremos de éstas últimas, dando especial énfasis en los sucesos determinantes, aquellos que marcan un antes y un después, aquellos que no olvidamos y ponemos en el pedestal de nuestros recuerdos más especiales.

Muchos de mis colegas tienen padres diseñadores, pintores o ilustradores quienes sin duda influyeron, inconscientemente si se quiere, en su decisión de dedicarse a dibujar, otros tantos, como es mi caso, tuvieron padres con profesiones a primera vista incompatibles con la nuestra (mi papá es matemático), pero que nos apoyaron a pesar del desasosiego de ver a sus hijos tomar un camino profesional incierto.
Pero, qué hace que, a pesar de las dificultades, diferencias y oposición en algunos casos, hayamos optado por las monerías? Hoy les contaré uno de esos sucesos personales que cambian para siempre la vida de uno, a pesar de parecer intrascendentes a primera vista.

Cursaba yo el primer grado de primaria, allá por el año 1987, las vacaciones de fin de año estaban próximas y a nuestro grupo le correspondía el deber de montar el periódico mural referente a las fechas conmemorativas por venir: el aniversario de la Revolución Mexicana y por supuesto, la Navidad. Así que la maestra (cómo me gustaría el poder acordarme de su nombre) convocó a los alumnos para que se ofrecieran voluntariamente a elaborar dibujos referentes a dichas celebraciones.
Me ofrecí en el acto, pues desde los 4 años me encantaba dibujar, aunque nunca había pasado por mi infantil cabeza el dedicarme al dibujo profesionalmente, vaya que ni siquiera conocía yo esa profesión, yo pensaba que cuando la gente iba a trabajar llevaba en su portafolios un martillo y clavos que se ponían a clavar en alguna oficina lejos de casa, esa era mi idea del "trabajo".

Pues bien, la maestra seleccionó a dos niños y a su servidor para elaborar los dibujos, a mí me tocó el de las Posadas. Así que llegué a mi casa muy contento pues por fin se me había encomendado una tarea que me agradaba, me compraron medio pliego de cartulina blanca, se me facilitaron lápices de colores y empecé gustoso la tarea.

Obviamente, el placer me invadía y ponía todo mi empeño, al punto de que yo veía mis trazos como una gran obra de arte (aún tengo grabados en mi memoria los monigotes que en realidad estaba haciendo: criaturas planas de cuerpos como boilers y con narices desproporcionadas y enormes, con manos atrofiadas sosteniendo palos amenazando a una muy, muy esquemática piñata, todo sin ninguna preocupación por la proporción y la perspectiva, con decir que parecía que todos yacían acostados en lugar de parados en la calle que servía de fondo). Pues bien, concluí mi obra orgulloso más del esfuerzo y empeño que había puesto en su elaboración que en el resultado y me fui a dormir.

Al día siguiente, día de entrega de los deberes, estaba yo impaciente de mostrar mi trabajo, pues le había echado todos los huevos de que es capaz un niño imberbe de 7 años; cuando de repente me topo con los dibujos elaborados por mis compañeros, no recuerdo más que uno, lo que sí recuerdo perfectamente es que ambos dejaban mi pobre dibujo en la calle del ridículo.
Uno de ellos lo recuerdo casi perfectamente: era el dibujo de un revolucionario acompañado de una adelita, PERFECTAMENTE DIBUJADOS! sin duda, viendo hoy en día las cosas en retrospectiva, el dibujo estaba simplemente bien hecho y medianamente proporcionado... pero en aquel entonces a mí me pareció una maldita fotografía! Con proporciones perfectas, el color aplicado de manera magistral, expresivo, inspirador, con una técnica impecable, en fin, que hacía ver al mío como una especie de cartón pintado por un chimpancé manco, bueno, así lo vi yo en ese momento.

Así que me desinflé completamente y ni ganas tenía de mostrar el mío, de hecho, pasó por mi cabeza decirle a la maestra que había olvidado hacer la tarea. Pero al fin, la maestra nos convocó a los dibujantes y fuimos mostrándole nuestros trabajos.

Recuerdo que vio el de mis compañeros inexpresivamente y cuando llegó al mío, simplemente sonrió, no conmovida, sino divertida... estaba perdido! Bueno, no perdido, pero obviamente mi obra no iba a figurar en el periódico mural al ser una aberración abyecta. Así que sin más preámbulos, dio su veredicto: como se notaba que a Andrés, el "autor" de la magna obra y a mi otro compañero, cuyo nombre no recuerdo, sus papás o hermanos mayores les habían ayudado, sus obras no se iban a montar en el periódico y que la mía, por ser, EVIDENTEMENTE POR HÓRRIDA la única en la que no se apreciaba ninguna ayuda paterna o filial iba a ser la única que saldría "publicada".

Cómo me gustaría acordarme del nombre de mi maestra! A partir de ese día y gracias a su decisión, que supongo, para ella también fue intrascendente, tomé conciencia de lo mucho que me faltaba para poder ser buen dibujante y me prometí a mi mismo que practicaría hasta ser si no excelente, si hábil en el dibujo.

Cómo me gustaría acordarme del nombre de mi maestra! Y decirle que gracias a esa pequeña (para ella) decisión, yo soy quién soy hoy en día. Y no hablo de popularidad o talento, no se equivoquen, sino de ser alguien que tiene el privilegio de dedicarse a hacer monos y de vivir de lo que más le gusta hacer.

Cómo me gustaría acordarme del nombre de mi maestra!

Así fue como sucedió, a partir de entonces miles de cosas han influido en mi carrera, pero ninguna como la que les acabo de contar. Así que si ustedes tienen un recuerdo similar y les gustaría compartirlo, estaría gustoso de que me lo contaran.

Saludos a todos y gracias por leerme. No olviden darse una vuelta por mi Deviantart: http://moutsider.deviantart.com/

Y no olviden echarle un ojo a nuestro webcomic (recuerden que el número 2 se estrena este día del niño!): http://estudiogam.com/nahualo/#/0

Saludos y nos vemos en la próxima entrada, donde hablaremos de anime. YEAH!  

Y recuerden: sigan dibujando!

M.

lunes, 16 de abril de 2012

Tu también maldices el fin de la Semana Santa?


Hola a todos y bienvenidos a otra entrada del cuaderno!

Esta entrada la escribo el día lunes 16 de abril, primer día laboral después de las vacaciones de Semana Santa. Y por supuesto, como lo he notado desde que tengo memoria, la gran mayoría de la gente en estas fechas empieza a tener una crisis: todos maldicen al malparido día en que se acabaron las vacaciones, yo, cuando iba a la escuela igual lo hacía. Odiaba la escuela.

Lo que me lleva a reflexionar... es acaso que tanta gente odia lo que hace? tanta gente aborrece su trabajo o la actividad productiva a la que se dedica? No creo que todos lo odien, es más, muchos deben de disfrutar de la compañía de sus compañeros de trabajo, la hora de comer o los 10 minutos que tienen para salir a fumarse un cigarro. Pero si creo que hay muchísima gente que si le dieran a escoger otra opción en vez de su trabajo actual, sin duda la tomarían.

Porqué pasa esto? Es que los trabajos son nefastos en su mayoría? Las profesiones son aburridas, tediosas, estresantes? A la gente no le gusta trabajar? Bueh! No puedo responder a todas estas preguntas sin hacer un estudio a fondo, así que solo puedo hacer suposiciones.
Pienso que es un poco de todo: La sociedad actual fabrica fuentes de trabajo tediosas y aburridas que satisfacen las necesidades de la producción actuales. El trabajo es una necesidad engorrosa y molesta en los tiempos que corren, no se estimula la imaginación de los trabajadores ni se les deja tomar parte (en la mayoría de los casos) en la toma de decisiones  de la producción pues la mayoría de las empresas son privadas (y hasta en las que son propiedad del gobierno local o del Estado, vaya). Lo que se traduce en estrés, frustración y obvio, hueva de realizar todos los días una actividad repetitiva y poco estimulante.

Yo siempre he sido un outsider, no es que no me guste ir a fiestas o a reuniones con amigos, es simplemente que prefiero quedarme en mi casa dibujando o viendo una película (mi esposa me ha ayudado mucho a agarrarle el gusto a salir al campo, sin duda). Tengo la fortuna, así como varios de ustedes, de haber estudiado una carrera universitaria, lo que me permite tener más facilidad de movimiento en plazas laborales de ingresos si no elevados, si suficientes para mi subsistencia. Pero hay algo más: tengo la doble fortuna, así como algunos de ustedes, de haberme dedicado a lo que más amo hacer.

A qué viene todo esto? Pues bien, mucha gente (incluyendo a mis padres ocasionalmente) me han tratado de disuadir de seguir el camino que hoy recorro, el de desarrollar una actividad que aparte de que es productiva, es creativa y muchas veces divertida. Estimula mi imaginación, me hace conocer gente interesante y culta y que me permite muchas veces divertir a la gente, en una palabra, me satisface.

Ahora, llegar a esta posición no fue fácil, yo también tuve que pasar exámenes de admisión, tuve que estudiar trigonometría, geometría, cálculo, química, física, biología (a un nivel noob si quieren, pero las estudié al fin y al cabo), me tuve que desvelar haciendo trabajos y ensayos, sacrifiqué diversiones, sufrí  con maestros malos y caprichosos, hice innumerables viajes en transporte público, muchas veces con frío o calor extremos, cargando toneladas de material para la escuela... en fin, que mi trabajo me ha costado, así como a la mayoría de ustedes.

Gracias a ese esfuerzo (y no poca valentía de atreverme a hacer lo que quise, muchos de ustedes me darán la razón) hoy puedo disfrutar de un trabajo lleno de logros personales, de satisfacciones, de alegrías y de muchas posibilidades de superación. Es por eso que yo nunca maldigo el fin de las vacaciones, que si bien me gustan porque tengo a mi esposa en casa y podemos salir y hacer muchas cosas juntos, no me molesta en lo más mínimo volver a estar sentado frente a mi restirador o mi Megatrón (así apodo a mi PC) horas y horas, haciendo una de mis cosas favoritas: trabajar haciendo ilustración.

Así que ya saben amigos ilustradores: cuando alguien, quienquiera que sea, les diga que se van a morir de hambre trabajando haciendo "dibujitos", o cuando les digan que deberían de conseguirse un trabajo de verdad en lugar de estar sentados dibujando todo el día, recuerden que nuestro trabajo es tan excepcional y emocionante que muchas veces provocará la envidia de gente que no tuvo la fortuna de poder dedicarse a lo que amaba. Y no digo que hagan mofa de ellos, simplemente les aconsejo que NUNCA pidan disculpas ante nadie por trabajar en algo que aman.

Saludos y nos vemos pronto en otra entrada del cuaderno!

M.


lunes, 9 de abril de 2012

Página 1

Hola y bienvenidos a la primer entrada de este blog!

El cuaderno de M es para compartir con todos ustedes no solo los sketches y los avances de las diversas ilustraciones que hago, tanto para Estudio GAM como independientes, sino para intercambiar técnicas, consejos y tips para mejorar conjuntamente. La idea es que sea un espacio de retroalimentación para ustedes y para mí en el ámbito de la ilustración en  todas sus vertientes.

De vez en cuando lo usaré también como diario o como un espacio en blanco para volcar ideas y pensamientos de diversos temas, desde ciencia y psicología hasta notas humorísticas.

No quiero marearlos con una intro demasiado extensa, así que sólo me resta darles la bienvenida, agradecerles de antemano su visita y esperar que las publicaciones les sean útiles o en el último de los casos, entretenidas.

Saludos y pásenle con confianza!

M.