Hola de nuevo! Es un placer estar escribiendo por aquí otra
vez, no lo había hecho debido al cierre de un proyecto que consumía
prácticamente todo el tiempo y recursos humanos del estudio.
Pero ya estoy aquí, esta vez dirigiéndome a los ilustradores
más jóvenes o a los que aspiran a dedicarse a esta profesión tan llena de
obstáculos pero a la vez tan satisfactoria.
A lo largo de mi carrera y de mi vida profesional, he
conocido a muchos ilustradores, en persona y a través de medios como el
internet. Todos ellos con características y estilos distintos, algunos con fama
y renombre y otros sin tanta fama ni renombre pero igualmente talentosos, el
talento está relacionado con el reconocimiento, pero no siempre con el éxito económico.
De entre los ilustradores y dibujantes que conozco hay
muchos que aun están en un período de indecisión y de duda, pues aun no saben
de qué va con toda certeza esta profesión.
Pues bien, la ilustración es una profesión que ofrece muchas
posibilidades para el que tenga la valentía y los medios de elegirla, pero...
Qué se necesita para poder desenvolverse en este medio con éxito? Cuál es el
perfil que debe cubrir un ilustrador promedio? Hay literatura mucho más
profunda que se encarga de analizar la respuesta a estas preguntas mejor de lo
que yo podría hacerlo en toda mi vida, pero puedo nombrar aquí algunas de las cosas
que considero ayudarían a prácticamente cualquier ilustrador, sin importar si
se trata de un neófito o alguien de gran e ilustre trayectoria.
He notado que muchos colegas se autolimitan, ¿A qué me
refiero con esto? Hay límites que nos pone la sociedad o la economía que nos
hayan tocado como escenario, no me refiero a esos límites, sino a los que uno
mismo se impone.
No pretendo tener la autoridad para decirles qué estilo
manejar o qué técnicas dominar, mucho menos meterme con algo tan personal como
los gustos de cada quién; solo quiero reiterar que hay ciertas cosas que
impiden que desarrollemos nuestro potencial como dibujantes y artistas y que
uno mismo trae consigo.
Muchos de los ilustradores o dibujantes optan por definir un
estilo, pulirlo y perfeccionarlo para ser identificados y reconocidos por el
mismo, como una huella digital; y si bien cada uno tiene ciertos patrones en el
manejo de los materiales, las técnicas o el manejo de las formas, es de suma
importancia conocer, adentrarse y hasta cierto punto dominar ciertos cánones,
los cuales, he notado, son ignorados por muchos ilustradores, confiando
solamente en su "intuición".
Si queremos ser reconocidos como una profesión legítima y en
forma, debemos tomarla en serio primero nosotros mismos. Y como profesión, hay
una serie de reglas, temas, materias, técnicas y requisitos que debemos cubrir,
si deseamos que la gente nos trate como profesionales de la ilustración y ello
solo se logra con estudio y esfuerzo sistematizado, donde no es válido esconderse
detrás del "subjetivismo del arte".
Como dije, no pretendo cubrir un tema tan extenso como el de
la preparación académica de un ilustrador, para eso están las escuelas,
bibliotecas y universidades, lo que sí puedo hacer es darles algunos consejos
que desde mi punto de vista personal, los ayudarán a desarrollar algunas de las
habilidades que se necesitan para mejorar su trabajo (a mí me han ayudado).
1. No ignorar la anatomía humana. Esto es muy importante, la
anatomía humana está sujeta a ciertos cánones, proporciones que tenemos que
conocer, esto es básico. Libros y clases de dibujo de figura humana son muy
útiles.
2. No limitarse a un estilo. Esencial para moverse con más
"agilidad" en el medio. He notado que muchos dibujan solo
"estilo manga", por citar un ejemplo. No digo que esté mal, solo
afirmo que eso es otra forma de autolimitarse. Exploren y conozcan otros estilos
de dibujo, aunque al final opten por el estilo "manga", esto les
ayudará mucho a manejarlo mejor y enriquecerlo.
3. Leer. Importantísimo para cualquier profesión. No solo
nos ayudará a crear personajes más interesantes y complejos en el caso de los
que sean aficionados a crear historias, sino que hará nuestro panorama más
amplio y nos permitirá ampliar nuestra cultura, nuestro vocabulario y
conocimiento. Un ilustrador que no lee estará siempre incompleto.
4. Introspección. No es casualidad que muchos ilustradores
seamos un poco antisociales. El estar solos con nuestros pensamientos nos da la
oportunidad de buscar la tan ansiada inspiración. Por lo menos yo no he
conocido muchos ilustradores buenos que sean "el alma de la fiesta".
5. Viajar. Si claro, pensarán ustedes, con tantos recursos con
los que contamos. Pero viajar no necesariamente significa recorrer lugares
exóticos del mundo, se trata de que al salir de paseo a cualquier lado, se sepa
observar, la observación es fundamental para nutrir la imaginación.
6. Desarrollar el lado izquierdo del cerebro. Si, el
izquierdo, sé que el derecho es el que a los artistas nos gusta glorificar, el
caso es que muchos desprecian casi dogmáticamente el lóbulo izquierdo,
encargado (en general) de la lógica, las matemáticas y el lenguaje. Como
profesionales, necesitamos sustentar nuestro trabajo por medio de estos
elementos. Una preparación científica hará más amplia nuestra comprensión del
mundo, sus leyes y por lo tanto, de los elementos, técnicas y cánones que
debemos conocer para llevar a cabo un trabajo más rico y completo.
7. Ser críticos. (Y estar abiertos a las críticas) Todos
podemos mejorar, sin importar que tan buenos seamos. Para ello hay que hacer una auto-crítica
consiente de nuestro trabajo, en todos sus procesos. Debemos aceptar las
críticas, aunque no estemos de acuerdo con ellas (hay críticas objetivas y
otras no tanto) debemos escucharlas todas, ello solo nos ayudará a crecer como
profesionales.
8. Ser multidisciplinarios. Es más sencillo ser pleno cuando
se sabe que los procesos que definen nuestra vida están todos conectados de
alguna forma, en una red intrincada de sucesos y acciones relacionados entre sí;
es imposible tenerlas todas en cuenta a un tiempo, pero hay que ser conscientes
de que somos parte de un todo y que no todo es vivir para ver películas,
dibujar, jugar videojuegos o leer comics
o mangas. Hay muchas actividades allá afuera que nos están esperando y formar
parte de ellas servirá para enriquecernos como personas y, por lo tanto, como
profesionales.
9. Ser versátil. El último consejo que se me ocurre y uno de
los más importantes. Entre más técnicas y géneros domine uno o por lo menos
tenga cierto control o conocimientos acerca de ellos, más posibilidades habrá
no solo de conseguir trabajo, sino de hacer que los limites retrocedan y
nuestro campo de acción sea más amplio y nuestro control sobre él sea más
vasto.
Por último quisiera cerrar con una frase de Kant acerca del
movimiento de la ilustración, que si bien en este caso se aplica a un período
histórico, también es válido para nuestra ocupación:
"La Ilustración significa el movimiento del hombre al
salir de una puerilidad mental de la que él mismo es culpable. Puerilidad es la
incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta
puerilidad es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la
falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena. Sapere aude es, por
consiguiente, el lema de la Ilustración."
Saludos a todos y sigan dibujando. Felicidades a todas las mamás!
M.