Qué tal! Espero la estén pasando excelente en la oficina, casa, congal o donde quiera que estén. Esta será una entrada muy personal y subjetiva. Una verdadera lucha de Titanes: nada más y nada menos que dos de los estudios de animación más influyentes de la historia. Sé que estos dos grandes estudios tienen seguidores recalcitrantes y estoy seguro de que muchos no estarán de acuerdo conmigo en algunos puntos, pero vamos, es irresistible hacer una comparación.
Por ahora, pondremos a Pixar Studios fuera de la ecuación.
Pixar le dió a Disney un nuevo brío cuando el estudio entró en una crisis
creativa, dotándolo de personajes inolvidables, carismáticos y más congruentes
con los nuevos tiempos. Lo dejamos fuera por el simple hecho de que si lo
tomáramos en cuenta, tendríamos que considerar también todas las producciones
de Disney Channel y ahí perdería los puntos que le diera Pixar.
Revisaremos y pondremos frente a frente a dos titanes de la animación en 6 rubros distintos.
1. Héroes y heroínas. Seamos honestos: Disney repitió
durante muchos años la fórmula de la "doncella en peligro" y si bien
en los últimos años ha transformado a sus heroínas en chicas más independientes
y decididas, siempre vivirá el recuerdo de los príncipes salvando a sus
princesas de dragones, madrastras malvadas y brujas siniestras. Es una
característica de los héroes de Disney el ser buenos hasta llegar a la
ingenuidad, lo cual los hace caer fácilmente en la trampa de los villanos
(intelectualmente superiores). En Ghibli no pasa lo mismo: Los héroes y
heroínas muchas veces no son tal, el universo de Ghibli tiene muchos más
matices. No hay "buenos-buenos" ni "malos-malos", todos
tienen una motivación que logramos entender y que consiguen justificar cada
quien a su manera, de tal suerte que cada personaje cree estar actuando
correctamente.
Las princesas de Disney
tienen una larga tradición de mujeres explotadas y reprimidas, pero en
lugar de lograr su emancipación por sus propios medios, han de recurrir con
frecuencia a la mano salvadora de un hombre (Cenicienta, Aurora, Blancanieves),
deben de renunciar a su identidad y/o familia con tal de estar con el hombre
que aman (Ariel ) o bien su importancia se reduce a su casabilidad (Jazmín).
Hay honrosas excepciones como Mulan, Bella o las más recientes Tiana y
Rapunzel, pero... ¿Cuántos años tuvieron que pasar para que Disney le diera
otro enfoque a sus féminas?
Ghibli, por otro lado, ha tenido heroínas si bien
vulnerables, más decididas e independientes, recordemos a Kiki, la brujita que
consiguió su primer trabajo como repartidora a los 13 años, a San, la niña
adoptada y criada por lobos que protege a su familia y al bosque de la
depredación industrial encabezada por lady Eboshi, a Chihiro, la preadolescente
que se ve forzada a madurar y transformase a sí misma ante las circunstancias
adversas, a las pequeñas Tsatsuki y Mei, las niñas curiosas que descubren un
amigo mágico en el bosque. Todas ellas
reciben ayuda de alguien, pero a final de cuentas, son dueñas de su vida y
logran salir avantes por sus propios medios.
2. Villanos. Como lo mencioné al principio, en el universo
de Ghibli la idea de "buenos contra malos" es secundaria, es más bien
un choque de intereses, no existen amenazas diabólicas absolutas en sus
historias, con la posible excepción de Lord Cob de "Cuentos de
Terramar" (el cual, conviene aclarar, no fue dirigido por Hayao Miyazaki
sino por su hijo Goro, con un resultado irregular dado las grandes cotas de
calidad del estudio). Así que el concepto "villano" queda un poco al
aire en las película de Ghibli.
Disney, por otro lado, es mucho más contrastante: aquí si
hay malos malísimos y puedo decir sin temor a equivocarme que el estudio del
Ratón nos ha obsequiado con muchos de los villanos más carismáticos y
memorables de la historia de la animación, e incluso me atrevería a decir que
del cine.
¿Quién no recuerda a la psicótica Cruella De Vil, a la
poderosa Maléfica (mi favorita), a la astuta Úrsula, al filicida y tiránico
Scar, a la celosa Reina de Blancanieves o a la divertidísima Madam Mím?
Pienso que no hace falta ahondar mucho en el tema: los
villanos en Disney son los que le dan sabor a la historia, son el gatillo que
dispara toda la acción y muchas veces me he sorprendido a mí mismo (desde niño)
deseando que lograran su objetivo. Punto para Disney.
3. Música. Si bien la música de Ghibli (a cargo de Joe Hisaishi) es muy evocadora y mágica
(el tema de Arriety interpretado por Cecile Corbel es una obra de arte), tengo
que darle el punto a Disney, pues su canciones y música son legendarios desde
siempre. ¿Quién carajos no cantó Hakuna Matata o no se conmovió con el tema de
la Bella Durmiente? A mi en lo personal me daban ganas de bailar con el tema
del Genio en Aladdín, ¿o qué tal cuando Sebastián trata de convencer al tarado
príncipe Eric de que bese a la chica con aquella romántica canción? sin olvidar
el tema de La Bella y la Bestia teniendo como escenario aquel castillo
embrujado.
Los temas de Disney son pegajosos y mágicos, nunca
descuidados por sus creadores. Punto para Disney.
4. Aspecto técnico. Quisiera dejar clara una cosa: de poco
sirve la técnica empleada si no se usa para contar una buena historia. Teniendo
esto en cuenta (que los aspectos técnicos de una película deben servir para
contar mejor un relato) poco importa si son dibujos tradicionales o avanzadas
técnicas computarizadas. Si bien en ambos estudios la regla se cumple, debo
admitir que Disney es pionero en este rubro y se ve que invierte bien su dinero
cuando se trata de lograr gran calidad técnica. Con reservas le doy el punto a
Disney.
5. Aspecto artístico. Este otro punto es un poco más fácil
de considerar. No voy a escribir un tratado definiendo al arte (a pesar de que
recuerdo muy bien muchos de los temas de mi examen extraordinario de estética),
pero si voy a decir que para apreciar el arte no basta con el mero placer
estético, sino que implica también un esfuerzo intelectual, un objetivismo y un
razonamiento, aunque sea mínimo. Los productos de Disney si bien están dotados
de gran calidad, debemos admitir que son para consumo de las grandes masas, por
lo que son más digeribles y sus tramas más facilonas; Ghibli en cambio
deslumbra en su arte y siempre le pide un poco más de esfuerzo y atención al
espectador, el cual, si se deja llevar, recibirá a cambio un gran deleite no
solo para sus sentidos, sino para su mente. Es por eso que este tanto se lo voy
a dar a Ghibli.
6. Originalidad. En este aspecto creo que habrá poco sobre lo
que discutir. Ya no sobaremos el tema de la formula de la princesa en peligro y
final feliz de Disney. Los temas que aborda Ghibli y las situaciones a las que
somete a sus personajes siempre nos sorprenden, nunca una historia es igual a
la anterior. Sus historias son más humanas, pero al mismo tiempo más
fantásticas, la imaginación de sus creadores está menos sometida a preceptos
morales conservadores y nos transporta a mundos maravillosos e insospechados,
casi siempre en contacto con la naturaleza y con la magia primordial de la
tierra. Ghibli se anota otro tanto.
Pues bien, recuerden que esta es mi opinión personal, mi
veredicto es que si bien Disney ha marcado la infancia de muchos de nosotros y
seguimos disfrutando aun como adultos de sus películas, Ghibli ha alcanzado una
madurez y una humanidad mucho más completa e integral. Mu hubiera gustado mucho
conocer las animaciones de Hayao Miyazaki y sus colaboradores siendo más
pequeño, lamentablemente las vi ya cuando era menos impresionable.
Por fortuna, mi sobrina tiene 7 años, está de más decir que
le encantan las princesas de Dinsey, así que decidí probar suerte y un día le
puse la película de "Mi vecino Totoro"... y le encantó.
Saludos! Sigan dibujando!
M.
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